No es la primera vez que me ocurren este tipo de cosas. Pero sí es la vez que más ciertas se me han vuelto a los ojos.
Me voy a dormir. Pongo el despertador del móvil. Estoy completa y absolutamente segura de que puse el despertador. Más que nada porque soy un poco obsesivo-compulsiva en este aspecto y lo compruebo dos o tres veces. Me acuesto y me duermo.
Sueño con un compañero de colegio que hace años que no veo. En el sueño nos encontramos en mi calle. Y me dice:
- Gema, despiértate que no has puesto el despertador, y vas a llegar tarde a trabajar.
- Sí, si que lo he puesto. ¿Qué tal te va?
- Eso da igual. Ya te lo contaré. Despiértate, por favor, despiértate.
Y me agita un hombro. Y me despierto sobresaltada. Meo, me vuelvo a acostar con intención de dormirme. Pero no puedo. Hago caso al sueño, y miro el móvil para comprobar el despertador. Estaba apagado. Y el sonido en silencio.
Días antes, en el trabajo, estaba en el almacén. De repente siento como si alguien me apoyase una mano en un hombro. (que manía con mis hombros). Helada. Y se caen 4 o 5 cajas al suelo.
Que miedo, joder. Ahora me pregunto si mi compañero estará vivo o no...